Te traemos 8 tips para lograr mantener tu casa en orden en 5 minutos. Comencemos!
1. OBSERVAR EL DESORDEN
Antes de lanzarte a ordenar, no estaría de más que fueras consciente de cuál es realmente la situación de tu casa. A menudo de tanto convivir con el desorden acabamos acostumbrándonos a él. Una sencilla forma de volver a reparar en su presencia es que hagas una foto de cada habitación y que las analices críticamente.
Incluso si crees que tu casa está ordenada, verla desde una nueva perspectiva puede hacerte cambiar de opinión. Túmbate en el suelo o súbete a una silla, por ejemplo. Es muy probable que observando tu alrededor desde allí descubras zonas desordenadas que requieren tu atención. Quizá debajo de la cama o encima del armario no todo está en perfecto estado de revista como tú pensabas.
2. DESPEJAR LA MESA
Y quien dice una mesa, dice la encimera, una consola a la entrada… En general, las superficies planas situadas a una altura que podamos alcanzar cómodamente con la mano constituyen un poderoso imán para el desorden. Y es que sobre ellas vamos acumulando cosas de todo tipo, como si de agujeros negros se tratara.
Cada día dedícate a vaciar una de ellas y a colocar todo lo que estuviera encima en su lugar correspondiente. Dado que somos animales de costumbres, una vez ordenado, seguirás tendiendo a dejar sobre ellas la tablet, un libro, unos catálogos… Para evitar que eso ocurra, puedes colocar en ese punto algún objeto decorativo (una lámpara, una planta…) de manera temporal, hasta que te acostumbres a no acumular cosas allí.
3. BUSCAR UN SITIO PARA CADA COSA
Si no le das un lugar a cada cosa, difícilmente vas a poder guardarlas en su sitio. Eso hace que, al ordenar, esos objetos pasen de un lugar a otro, pero sin estar nunca realmente ordenados. Y que cuando los necesites, no sepas dónde tienes que ir a buscarlos.
En tus 5-15 minutos diarios dedicados al orden, piensa en 3-5 de esas cosas que no tienen asignado un lugar propio y búscaselo. Debe ser un sitio funcional y práctico, adecuado al objeto en cuestión. Si tu problema es que, por ejemplo, dejas las llaves en cualquier lugar, lo suyo sería que les buscaras un sitio a la entrada, como una pequeña bandeja en una consola.
4. TIRAR SIN REMORDIMIENTOS
El primer paso para poder mantener el orden es deshacerte de todo aquello que no necesitas y que no hace más que ocupar espacio y dificultar la organización. Muchas cosas las acumulamos por dejadez, y tirarlas no cuesta tanto. Empieza por ellas.
Se trata de objetos como calcetines a los que les falta la pareja, juegos de niños a los que les faltan piezas, tuppers sin tapa, platos o tazas con algún golpe, rotuladores o bolígrafos que no pintan, pilas acabadas, accesorios para repostería que no utilizas… Solo con eliminar todo esto, ganarás mucho espacio y orden.
5. DESHACERSE DE UNA COSA INÚTIL CADA DÍA
Cuando se trata de tirar cosas que están en buen estado pero que simplemente no usamos, la cosa se complica. Sobre todo si dichos objetos tienen un valor sentimental. Una estrategia para librarte de ellos es deshacerte cada día de uno. Busca un lugar donde irlos acumulando hasta que llegue el momento en que los entregues a alguien que conozcas o los dones a alguna ONG. Basta, por ejemplo, con que coloques una caja o un cesto en el armario.
6. EL MINUTO MÁGICO
Un minuto quizá no te parezca demasiado tiempo, pero bien aprovechado puede marcar la diferencia entre tener una casa ordenada o no. Piensa en ese minuto que pasas esperando mientras se hace el café o se calienta algo en el microondas. Puedes dejarlo pasar o aprovecharlo para colgar el abrigo que dejaste de cualquier forma al entrar en casa, tirar el correo no deseado, comprobar si hay algún alimento caducado en la nevera, etc.
7. ANTES DE IR A DORMIR
Cuando llega la hora de acostarse, lo que menos apetece es recoger. Pero basta con que dediques 5 minutos (ni uno más) a ordenar un poco para que la diferencia al día siguiente sea notable. Dedica ese tiempo a cosas sencillas, como colocar los mandos a distancia, poner la tableta que dejaste en el sofá en su sitio, recoger las prendas que dejaste en la silla cuando llegaste a casa…
El esfuerzo merecerá la pena. No solo tendrás un despertar más agradable, sino que evitarás que esas pequeñas tareas diarias se vayan acumulando y no te quede más remedio que darte una paliza el fin de semana.
8. HACER LA CAMA
Es cierto que por la mañana vamos con el tiempo muy justo y que la tentación de irnos dejando la cama por hacer está ahí. Sin embargo, hacerla es algo que solo te lleva unos minutos y es el factor decisivo para que una habitación se vea ordenada o no. La cama es el elemento focal de la habitación al que se dirigen todas las miradas. De poco valdrá que las mesillas de noche, el armario o el resto de la habitación estén impolutos y en perfecto estado. Si la cama está sin hacer, la sensación que transmitirá es de desorden.
Esperamos que te ayude!